nota 4


Claro que el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo.

Voltaire


El café despertaría muchas pasiones a lo largo de los siglos.
Traído del Medio Oriente, se le consideraba bebida del demonio por provenir de los "infieles musulmanes". El Papa Clemente VIII afirmó que si se hacía con agua bendita hervida se le quitaba lo diabólico, y así encontró la excusa para poder consumirlo a menudo, muchas veces con abundante crema fresca.
El buen rey polaco Juan III Sobiesky sentiría un gran gusto por el café, sobre todo si iba acompañado de una buena sartén de croissants: esos hojaldres que inventaron en 1683 los panaderos austríacos en su honor, tras liberar a Viena del turco.
No se quedaría atrás Honoré de Balzac, ya que el célebre escritor francés afirmaba que no podía escribir si no tomaba café.
El eunuco italiano Carlos Broschi, más conocido como Farinelli, era otro fan de una buena taza de café acompañada con buena repostería; mientras que el inventor Tomás Alva Edison, muchas veces prefería tomar una taza de café con pastel de manzana en lugar de una comida completa.

4 comentarios:

0nironauta dijo...

No se menciona la variante café y tostada. Puede ser ésta de mantequilla o tomate.

Hay quien moja el filtro del cigarrillo en el café para desayunar.

También el café de la tarde es muy agradable, sobre todo si se toma en la correspondiente cafetería oscura y sin luz.

Eva Monzón dijo...

café, pan, flores, buenas fórmulas para llenar el día de aromas y buen ambiente.

June dijo...

Hola,

Gracias por visitar mi blog :)
Por si no lees mi respuesta a tu comentario, te dejo aquí mi e-mail para que me cuentes algo más sobre ese encargo: eidhnean@yahoo.com
Un abrazo!

susana moo dijo...

Vengo y me encuentro aroma a café. Con canela me gusta.

Un saludo, te visitaré.

 
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